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Ella había ido a casa de su mejor amiga como una tarde cualquiera mas,hablar, jugar, cotillear, reír y pasar el tiempo, era de esas chicas que quitan el hipo, de esas que cuando pasan todos los chicos de alrededor giran la cabeza para poder seguir mirándola, nunca vistió ostentoso ni con estas modas de ahora, no la hacía falta, ella era guapa, pero guapa de verdad, con una melena larga de esas que dan envidia.

Pero esa tarde no iba a ser una tarde cualquiera, y es que él apareció en esa misma casa y ese mismo día, a pasar la tarde con su amigo, lo que iban a hacer el no lo tengo claro, pero, ese momento fue realmente mágico, se miraron, y ella pensó: es él, mientras el no podía dejar de mirarla. Lo cierto es que ese día apenas se dijeron palabra, dos besos y un saludo, pero sus ojos ya lo habían dicho todo, se acababán de jurar amor eterno, aunque no se si eran realmente conscientes de ellos.

tenían 15, a lo sumo 16, y ahora mas de 29 años juntos, y cada vez que se miran, puedo leerlo, se juran amor eterno.